domingo, 24 de marzo de 2013

SI ESTÁS EN LA CÁRCEL, ME DA IGUAL


Niña, 8 años, Granada

Este es parte del mensaje de una niña a su padre, que, como se puede apreciar, es bastante elocuente: "TE QUIERO PAPI MUCHO"

¿Seremos los adultos alguna vez capaces de entender que tanto un papá como una mamá son los seres más importantes en la vida de los niños? Cuando queremos hundir al otro progenitor no nos queremos dar cuenta de que a quien más daño hacemos es a los menores ¿a quién le gusta que se hable mal de su padre o de su madre? ¿a quién le gusta que nos hagan elegir entre uno de ellos dos?

¿Aprenderemos alguna vez a separarnos sin necesidad de hacerles más daño del estrictamente  derivado del propio hecho de divorciarse? ¿A quién le gustaría estar con su padre o madre tan sólo 4 días al mes?

Sin una buena justificación, la custodia monoparental no sólo es un atraso, si no un ataque directo hacia los seres que más queremos. Querer una custodia monoparental sólo demuestra que nuestro egoismo está por encima de nuestro amor hacia esos pequeños seres que no eligen separarse ni divorciarse de su papá o mamá, ni de la familia adherida a ellos.

La CUSTODIA COMPARTIDA es, de momento, la mejor opción para ellos (los grandes afectados de nuestros errores), a la par que una responsabilidad por nuestra parte y, nos guste o no, son nuestros hijos, independientemente de si vivimos en pareja o separados.

lunes, 18 de febrero de 2013


YA HA LLEGADO DEL COLEGIO...

La Chirigota "De nuevo en el mercado" reclama en los Carnavales de Cádiz de 2013 algo tan básico como el sentido común en una separación. ¡¡¡Lástima que en los juzgados eso brille por su ausencia!!! Y lo peor de todo es que mientras la mitad del mundo está lleno de hombres que piden la igualdad, la otra mitad está llena de mujeres que piden lo mismo, pero en ninguna de las dos mitades se contempla algo tan básico como el sentido común, y, ni mucho menos, se contemplan, no ya los derechos del menor, sino sus sentimientos...

Que tire la primera piedra a quien le gustaría que le hablasen mal de su padre o de su madre.

Que tire la primera piedra a quien le gustaría que le diesen a elegir, sin apenas uso de razón, a quién de los dos (padre o madre) quieren dejar de ver, de amar, de sentir... Si los escuchamos a ellos, sabremos cuánto daño les estamos haciendo por nuestra falta de madurez.

He aquí un ejemplo:

- Papá, quiero tener una hermana.
- ¿Por qué, cielo?
- Para hacer lo que mamá: ponerme guapa, irme por ahí con las amigas y no dormir en casa.

Ana, 7 años, Almería